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Los cubiertos a la hora de comer, dan mucho qué opinar. Un cubierto en buen estado podría obtener más elogios que uno oxidado. |
Jugo de limón y sal
Pon tus cubiertos en una sartén y aplica jugo de limón y sal en el área afectada. Deje reposar por un par de horas y luego tome un cepillo de dientes viejo y cepilla suavemente el área. Enjuaga los cubiertos con agua y compruebe los resultados.
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El agua de limón hace que el óxido vaya perdiendo fuerzas y limpiando el acero inoxidable. |
Toma un trapo y humedécelo debajo del grifo. Limpia el extremo húmedo de la toalla en un plato que tenga bicarbonato de sodio. Frota suavemente el trapo sobre los cubiertos, enjuaga y observa los resultados.
Papel de lija
El papel de lija debe ser tu último recurso porque es fácil dañar tus cubiertos con papel de lija. Comienza lijando con un grano de hasta 150. Asegúrate de lijar en la dirección de la veta del acero inoxidable. Elije un pequeño punto de prueba y observa qué tan poca presión puedes aplicar para obtener los mejores resultados
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¿Y tú? ¿Qué esperas para tener los cubiertos más impecables? |