
Cuando se trata de popularidad parece que la plata está comenzando a reemplazar al oro en los corazones de mujeres y hombres por igual. Brillante y hermoso, este metal se utiliza en la fabricación de todo tipo de joyas – anillos, bandas, pulseras, etc.
1. Comprueba si hay sellos
Estos sellos son diminutos y por lo general se colocan en un lugar donde no se notan e interfieren con el diseño de la joya. Es posible que necesites usar una lupa.
Cuando encuentres el sello, examínalo. Cuanto más alto es el número en él, más alto es el contenido de plata en tu joya.

2. Busca rastros de mancha
La piel debajo de la joya típicamente se coloreará en un tono verde claro, que es evidencia de la presencia de cobre en su ornamento. El cobre es un metal más barato utilizado en las aleaciones de plata.
Durante el proceso de oxidación la piel reacciona con los metales de tu joya lo que lleva a su coloración en tonos verdes o a veces marrón-rojizos.

Si esto sucede con cualquiera de tus joyas, entonces no están hechas de plata genuina y pura. Esta mancha de la piel también puede ocurrir con joyas hechas de otros metales y cubiertas de plata, porque la cubierta de plata se desgasta con el tiempo.
3. Evalúa tu joya
Si todavía no está seguro de si sus joyas son de plata o no, pidele a un joyero profesional que las evalúe. Seguramente podrá encontrar uno acreditado y de confianza a nivel local.
El joyero puede echar un vistazo más de cerca a tu joya e incluso realizar algunas pruebas para determinar la cantidad de plata en ella y darle una estimación de su precio.