Un perro Beagle de Pittsburgh llamado Rusty ha visto como en unas semanas su vida ha cambiado por completo. Ciego y con algo más de 9 años, había una enorme preocupación por su futuro después de que le tuvieran que extirpar los dos ojos. Sin embargo, la vida le ha dado una segunda oportunidad y ya ha encontrado una familia que le va a proporcionar un cálido hogar para siempre.
El Beagle sufría de una luxación posterior de la lente, una afección muy rara que provoca que los ligamentos que soportan la lente se debiliten o se rompan haciendo que esta se desplace de su posición normal hacia la cavidad vítrea del ojo, es decir, la parte de atrás. Por eso, y tras hincharse sus ojos de forma muy dolorosa, el perro tuvo que ser sometido a una cirugía de doble enucleación en el Humane Animal Rescue de Pittsburgh (HARP), que provocó que se quedara sin globos oculares y con los párpados cosidos.
Our friend Rusty who came to us recently needing eye surgery was adopted! His new family said “even if he only has one more year we’ll make it a great one.” #Thankyou #Harpsaveslives pic.twitter.com/CfbOCmcDFq
— Humane Animal Rescue of Pittsburgh (@HARPSavesLives) November 2, 2021
“Nuestros veterinarios tienen mucha experiencia en este procedimiento. También pensamos que era mejor realizar esta cirugía antes de que Rusty estuviera disponible para su adopción, para que los posibles adoptantes no estuvieran preocupados por tener que enfrentarse a esta cirugía en el futuro”, dijo Michele Frennier, directora de marketing de HARP en declaraciones al diario Newsweek.
“Derritió mi corazón”
Tres semanas después de la operación, el beagle recibió la visita de Darrell Chulack y su familia. “Mi hija Kristen había visto a Rusty en Facebook y decía que lo adoptara. Cuando fui a visitarlo se acercó y comenzó a lamerme los dedos mientras meneaba la cola. Me acosté en el suelo con el durante 15 minutos y no se apartó de mi lado en ningún momento”, dijo al mismo medio de comunicación.
“Derritió mi corazón”, dijo Chulack que explicó que “la razón por la que adopté a Rusty fue que ya tenía suficiente dolor y pena en su vida. Rusty es un perro mayor con una discapacidad y mi corazón no me dejaba dejarlo en la perrera, así que lo adopté allí mismo. Mi familia y yo le vamos a dar un nueva vida”. Ahora, el Beagle es un miembro más en casa, donde ha ganado dos hermanos chihuahuas, llamados Bella y Chalupa, y un compañero gatuno, llamado Tarzán.
Ciego y mayor, había preocupación por su futuro después de que le extirparan los dos ojos
Rusty no tuvo suerte al ser adoptado anteriormente, a pesar de que ser muy cariñoso y tranquilo, pero ahora ya ha encontrado una familia de verdad. “Tenemos cuatro nietos y se emociona cuando los escucha entrando en la casa”, dijo Chulack antes de concluir diciendo que “incluso si solo le queda un año de vida, aquí estará arropado y feliz”.